
13 Nov Frases de motivación personal ¿Te las crees?
¿Cuántas frases motivacionales o motivadoras escuchamos o vemos al cabo del día? Muchas. Las vemos en las redes sociales, en libretas, tazas, camisetas… están por todos lados con mensajes como estos:
¡Venga que tú puedes!
¡Borra el no puedo!
¡Vamos, cómete el mundo!
Y otras tantas frases similares. ¿Cómo te sientes cuando las ves? Puede que alguna te aporte un chute de motivación, o quizá ya te den todas igual. Quizá si o quizá no. Llega un momento en el que estas frases pueden generar no solo saturación, sino que dejemos de darles valor y empiecen a parecer simplemente frases de cajón.
Si reflexionamos sobre frases tan extendidas como:
“Tú puedes con todo”
“Visualiza tu éxito y lo conseguirás”
Y un montón más que circulan a diario por ahí, puede que te lleguen, te motiven y ¡Perfecto! O Puede que no te estimulen, o lo que es peor, que te causen frustración. Me explico poniéndome como ejemplo:
Ves, escuchas o lees la típica frase motivadora y te dices: “¡Venga Ángela, que tú puedes! “… “Sí, sí, yo puedo” me digo, y otra vocecita interna me dice: “Ni de casualidad puedes Ángela, ¡eso no te lo crees ni tú!”
Tal vez me diga esto porque tenga un día regular, puede que haya una creencia que me impida creérmelo, el resultado es que empiezo a luchar conmigo misma: que si puedo, que si no… Al final me enfado, no sé contra qué o quién y acabo no haciendo NADA de lo que quería y estando mal. ¿Por qué pasa esto? generalmente porque quieres creer algo que en realidad no te estas creyendo.
O dicho de otra manera: No hay congruencia entre lo que piensas, lo que sientes y lo que dices.
Cuando no somos coherentes con nosotr@s mism@s generalmente nos sentimos mal. Entonces, tal vez te digas: “Debo de ser yo, porque a otr@s las afirmaciones positivas les funciona, el problema es mío, me estoy siempre saboteando, no sirvo, no valgo…etc. “
Y así, unas frases que están ahí para ayudar, lo que están consiguiendo es lo contrario.
Las frases positivas, en mi opinión, pueden generar un impacto en el cerebro y el comportamiento, ¡OJO! si las personas se las creen, o sea, si en realidad parten de si mism@s, si son sus propias frases motivadoras. Los mensajes positivos son más efectivos cuando los adaptamos a nuestra propia realidad, los posicionamos como un mantra o un slogan que representa nuestros objetivos y después los convertimos en acciones concretas.
Tomemos como ejemplo la frase: “Saca tu mejor versión”. Algunas personas puede que piensen ¿cómo voy a ser mí mejor YO si en realidad no sé qué es lo que me está impidiendo que aparezca lo mejor de mí? ¿Cómo voy a ser mi mejor YO si estoy pensando en lo que no quiero en vez de lo que SI quiero?
Primero habrá que conocerse para saberlo, ¿no te parece? saber qué quiero DE VERDAD. Qué es lo que necesito en ese momento, en esa área de mi vida. Sería interesante escuchar que nos quiere decir esa parte que no nos gusta, o que sale cuando menos queremos que salga. Luego ya es más fácil gestionarla.
Abogo por el autoconocimiento, saber cómo funcionamos, que nos motiva, para qué hacemos lo que hacemos y cómo podríamos hacerlo aún mejor.
Mi base de trabajo con las personas es la PNL (Programación Neurolingüística) y una de sus premisas es el poder de las palabras que decimos y que nos decimos a nosotros mism@s y que pueden tener un efecto positivo o negativo en nuestras acciones y por ende en nuestras vidas. Otra premisa es el poder de las preguntas para crear nuevas realidades.
Hoy, te quiero compartir mi fórmula para encontrar tu propia frase motivadora:
1- ¿Qué quiero? Formúlate esa pregunta para el área de tu vida en la que te gustaría tener motivación para generar un cambio.
2- Cuando tengas la respuesta escríbela siempre en primera persona, en positivo y tiempo presente. Como si ya la tuvieses.
Ejemplos: “Confío en las decisiones que tomo”. “Equilibro mi vida personal con mi vida laboral” etc. La que te resuene a ti.
Las frases de motivación personal adaptadas por uno mismo ayudan, y ayudan MUCHO.
Cuando un@ de mis clientes de Coaching con PNL encuentra SU frase, es lo mejor de todo. Es aceptación, es seguridad, es certeza. ES SU FRASE. Al ser suya cobra todo el sentido, y está en consonancia con sus valores y su momento de vida. Y es entonces, solo entonces cuando lo ve claro, se enfoca y va a por ello. Su impacto está en que apelan a las propias emociones. Motivan un cambio. En general, las frases motivadoras son cortas, positivas, contundentes e impulsan a emprender acciones y tomar decisiones.
Recuerda, esto es muy importante: Las palabras solas no hacen milagros. La vida se construye dependiendo de las decisiones que se toman y de las que no se toman, y algunas veces la ACTITUD y el estado interno con la que tomamos decisiones es la diferencia que marca la diferencia.
¿Y si construyes TU PROPIA FRASE personalizada de motivación? Verás la diferencia.
Ángela Pinero Lucas